Domingo de nostalgias anticipadas…
A quien pregunta digo: voy a dar unas vueltas,
luego regreso.
A mi, incluso, me lo digo, y me lo afirmo.
Ese es el ancla.
Pero a veces no alcanza, claro.
El ancla por más que firme,
la mente no retiene.
Cada abrazo sabe a despedida.
No lo es, y si lo es.
Lo querido permanece,
lo habitual desaparece.
Las rutinas ya no encorsetan
laberínticos ciclos;
Decidí detener la manecilla, hacerme a un lado
y ver qué onda.
Pero el ancla, por más que racional,
no doblega la emoción.
Lugares, momentos, situaciones, espacios.
Elecciones que soy,
y fui
quedarán atrás.
Si. Claro que muchos,
nuevos, distintos y emocionantes vendrán.
Pero qué somos los nostálgicos?
Si no aquellos que nos aferramos a lo certero,
a lo confiable, y conocido.
Y en torno a ello edificamos realidades.
Cual castillo de rastis
llegó el momento de guardar los juguetes,
desarmar y modificar esa realidad creada,
querida, “segura”
y caminar sin un rumbo cierto.
Domingo de nostalgias que afloran.
(ver a mis padres partir con mis cosas, sin dudas, algo tuvo que ver)
Pero eso solo cataliza la emoción.
La verdad es: el plan es que no hay plan.
Eso es una carga destructiva en los pilares de una existencia.
O de la mía, al menos.
Tendré que encontrar un camino
y construir nuevas realidades.
Los recuerdos se vuelven difusos, si.
Por ello voy a abrazar estas nostalgias.
La felicidad es de aquellos q se atreven a más! Y sin dudas así será para vos amigo querido! Cuando uno tiene alas, hay que ponerlas a volar!
ResponderEliminarTe quiero Eri!! ❤️
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