22 de junio de 2013

¿Y si soñar nos cuesta vivir?


Junto a una fotografía me escribieron un día: "Nunca abandones tus sueños..." 

Leer esa pequeña recomendación, pequeña e inmensa, claro, me puso a pensar.
¿Es que acaso la vida se trata de eso? ¿De perseguir sueños?
¿Y si perseguir sueños habla de una constante insatisfacción con el presente, de como nos escapamos de quienes somos?
Porque a veces nos mentimos, y nos decimos que soñamos, porque nos asusta enfrentarnos con la imagen en el espejo. Y responsabilizamos al entorno, mas no al reflejo de lo que nosotros mismos vemos.

¿Y que hacemos cuando esos sueños no son tan claros? ¿Los inventamos? Simplemente porque está bien tener sueños, y está bien tratar de alcanzarlos.

Sé que puede parecer extraño... pero ¿y si soñar no es para todos?
Si sentimos que nuestra vida no está tan mal como está, después de todo; o peor aún, si no sabemos hacia dónde queremos que vaya nuestra vida, de ahora en más... En esos casos que seríamos ¿soñadores frustrados?

Alguna vez hace años llegué a pensar que mi sueño era hacer del mundo un lugar mejor. Pero crecí, me di cuenta que el mundo sólo puede ser un lugar mejor mientras yo haga y de lo mejor de mí por ser feliz. Y me escapé de mi vida, y de mis afectos. Y de mis fantasmas, mis dudas y mis miedos. Y me dije a mí mismo, y le dije al mundo que iba detrás de un sueño.
Y ahora sé que eso no era más que un invento, una falacia.

Quiero poder sonreír, sentirme pleno, feliz. Abrazar a los que quiero y decirles cuanto bien me hacen. Y a veces me asusto, porque siento que lo único que quiero es que el tiempo pase, y avance... y espero que algo, lo que sea, en el camino, me haga sentir, me haga emocionar, o incluso me asuste, no sé.
Hoy estoy perdido... no sé hacia dónde debo ir... ni que sueño perseguir.

Pero por suerte, como dije al comienzo, aún tengo dudas de si de perseguir sueños, se trata vivir. Después de todo, quizás vivir se trate solo de eso, de vivir tratando de ser feliz con lo que somos hoy, ahora, acá.