27 de diciembre de 2014

Quien quiera leer, que lea.

Este es uno de esos momentos en los que uno no logra identificar cual fue, en realidad, el catalizador.
Pero la adrenalina fluye y bombea, las palabras se articulan, y las defensas flaquean: el organismo está listo para expulsar el agente nocivo. 
Se va un año de mierda, que terminó siendo un gran año.
De mierda porque lo empecé en la mierda, pero en la mierda de verdad. De esa que te atrapa y no te deja salir. 
Y fue grande, porque me agarré de cuanta raíz encontré, y no me arrastró. La mierda no pudo conmigo, esta vez no.

Despido (si, voy a hablar de mí, aunque pueda parecer egoísta, es algo que tengo que sacar para que la herida termine de sanar.
Decía: "Despido..."

Despido un año inteso. Tomé decisiones intensas. Cumplí anhelos intensos. Viajé intenso. Volví. Porque anduve un largo tiempo perdido. Y volví porque encontré valor en lo profundo de mí. Y porque estiré la mano pensando que solo podría impulsarme para arriba, pero encontré también fuerzas de atracción de otras manos, que tiraban por mi. Conocí gente intensa, de manera intensa. Basto un abrazo intenso para recobrar amistades intensas. Despido un año intenso. Y lo despido con una sonrisa. 

Y recibo.
Recibo lo que sea que vaya a venir.
Porque aprendí que aún con el corazón roto, puedo seguir. 
Porque aprendí que aún sin esperanzas ni fuerzas, puedo seguir.
Porque aprendí que aún con miedo, con incertidumbre, puedo seguir.
Porque aprendí que aún sólo, no estoy solo; y así puedo seguir.

Recibo lo que sea que vaya a venir.
Porque viví intensamente, la tormenta y la quietud que la sucede; 
porque lloré, porque reí, 
porque dudé, porque decidí.
Porque no me rendí, 
y porque sé que no lo voy a hacer. 


Es bueno, muy bueno, volver a sonreír. 

Salud 2014!!! Salud 2015! Salud por ustedes! Salud por mí! 



Here Comes The Sun

And I Say, It´s Alright