29 de octubre de 2020

Al acecho.

El incesante bullicio del tiempo que pasa, tirano e indiferente, 
dibuja en los rostros que conocí emociones que desconocía. 
Incluso a veces, en el reflejo, intenta -logra- confundirme. 

Encuentro mi propia mirada sostenida, 
que inunda de verdad, pupilas y sonrisa.

Suspiros invisibles empañan la visión, 
la difuminan y la mezclan; pasado y presente.
No cambia la imagen, cambia el ser. 

Ya lo dijo Don Juan, 
"en un mundo donde la muerte es el cazador,
no hay tiempo para lamentos ni dudas"

Vuelvo al momento, hago tangible la realidad.
Desempaño las superficies, y veo en presente
el pasado y el futuro. 

Soy uno, de principio a fin.
soy el que era, y seré quien vaya a ser. 

Causa y efecto. 
Todos somos presas de un mismo cazador.
Si no encuentras busca,
si encuentras disfruta. 
No hay tiempo que perder. 

9 de octubre de 2020

Máximas de travesía 1

“Que tengas que tomar decisiones en tu vida

no quiere decir que tengas que tomarlas todas ahora.” 





4 de octubre de 2020

volver...



Volver.

¿Cuántas veces se me ha cruzado esta palabra, ese pensamiento, a lo largo de mi existencia?
Demasiadas, podría afirmar, sin temor alguno a equivocarme. Al igual que podría calificar de atinada la cuantificación de "incontables" que se me viene de inmediato a la cabeza, y me obliga a sonreír con un dejo de ironía en el brillo de los ojos.

Volver.

¿A dónde? ¿desde dónde? o, peor aún: ¿desde o hasta cuándo?

Creo que nunca podré - y ciertamente, dudo que alguien pueda- responderme esta incógnita.

Pero en definitiva, he vuelto.

Pensé en iniciar de cero esta nueva etapa de "cosas que escribo", pero al releer todo lo que publiqué desde el inicio, cambié de parecer. Esos lugares desde los que vengo, son sin duda alguna motivo y razón, en parte al menos, de quien soy hoy. Y como tales, que allí permanezcan. No como fundamento, sino como parte de un todo. Como porciones de pasado que erigieron un presente.

Es cierto que no soy el mismo que empezó estas publicaciones por allá en 2010, y también es real que tampoco soy quien se secaba las mejillas en 2016 para seguir, abrumado de preguntas sin respuestas.

Y así como sé que no tengo aún las respuestas, sé con certeza que no soy aquel, ni soy el mismo, aunque siga siendo aquel y siempre lo seré, aunque sea el mismo y ya no lo sea, a la vez.

Elijo pensar que de cierto modo evolucioné. Y no juzgo la acción desde ningún ángulo, ni la mido en ninguna escala. Me refiero, lisa y llanamente, al cambio de un estadío a otro; a eso llamo evolución.

Y por eso vuelvo, porque en esa evolución descubrí que debía seguir explorando;

y por eso alguna vez comencé a escribir acá, de eso se trata, de ir construyendo en estas líneas ese relato. Pero no un relato definitivo. No uno con una trama lineal, con nudo, desarrollo y final. Quizas en algun momento, pero no ahora. Por ahora solo vuelvo a escribir.

Quizás en algunos años, cuando alcance un nuevo estadío en mi búsqueda personal, en mi evolución, pueda sentarme y retomarlos, y encajar las piezas en una única imagen, en una única búsqueda, en un único inicio, y un único final.

Por ahora, y mientras tanto, intentaré vivir y, principalmente, sentir, muchas cosas que me hagan escribir.