22 de enero de 2012

sueños que se cumplen...

hace más de 15 años (y no especifico porque honestamente no recuerdo si fue en primer o segundo año de la secundaria), una gran persona, miembro del personal de mi colegio, divertida y cómplice, me prestó un libro.
Yo tenía por costumbre leer mucho... y recuerdo que ese libro, más allá de la fantasía y la ficción, logró seducirme.
La novena revelación.
Tanto me atrapó que después a las apuradas leí la décima y la undécima, los posteriores del mismo autor. Honestamente ya no recuerdo la trama, ni los personajes... pero si sé certeramente, que en ese momento, al leerlo, me dije que quería conocer el Machu Pichu.
Todavía no era una maravilla del mundo, yo aún era un adolescente... pero supe férreamente que era un lugar que anhelaba conocer.
Y a mis 30 años llegó ese momento.
Probablemente para muchos las casualidades no existen, para mí si. Pero ya sea por casualidad o no, este sueño se cumple en un momento muy especial de mi vida.
Este sueño se hace realidad y es mucho más magnánimo de lo que siquiera pude llegar a imaginar.
Afortunadamente he aprendido en la vida a no ir alocado ni desesperado buscando la felicidad.
Me siento feliz en cada paso que doy, en cada momento.
Pero si fuera una de esas personas, creo que podría afirmar, sin temor a equivocarme, que la bocanada de aire que inspiré ese día, en ese preciso momento en el que vi brillar el sol desde esa ciudadela antigua, sabía a felicidad.

Machu Pichu