8 de abril de 2011

Difusos cercanos

¿Cuántas lágrimas puede llorar
un corazón sin desangrarse?
¿Cuántas desiertos puede atravesar
un alma sin desvanecerse?

¿Cuánto puede desgarrarse
un espíritu sin abatirse?

Asusta no distinguir los límites claramente
y sentirse demasiado cerca, 
tan próximo
como si pudieras rozarles con los dedos
simplemente estirando tus manos.

¿Cuánto? 
¿Cuándo?
¿Hasta dónde?
... quien sabe.



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