Te extraño. Y te necesito. Mucho
hasta duele físicamente... de verdad
Extraño acurrucarme en tus brazos
y que con una mirada cómplice me retes
porque sabés que lo que me está lastimando
es culpa mía y sólo mía;
y que al mismo tiempo con una sonrisa
corras las lágrimas que empañan
las pupilas húmedas
y me robes una carcajada.
Te extraño. Y te necesito. Mucho.
Pensé que la distancia sería más sencilla...
pero pesa cada día más.
Y el tiempo abruma, y se agolpa, se acelera.
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