15 de noviembre de 2020

Calma.


Mirar al infinito sin ver, fijar la vista sin enfocar

estar en medio del todo, sin percibir más que la inmensidad

oir arrullos y cánticos, sin determinar ni origen ni distancia

la piel se eriza ante la tenue brisa

que silenciosa lo envuelve todo.

Respirar al son de los latidos serenos

de un corazón sin prisa. 

Estar, ser, existir

sin razón, sin motivo,

con propósitos desconocidos pero a la vez familiares.

Detener el mundo, 

silenciar las voces

interrumpir el diálogo permanente e incesante 

estar

ser 

existir. 

Los acordes del tiempo resuenan,

desaparecen.

Uno en sí mismo, siendo parte del todo, 

inmenso e inabarcable. 

Las líneas del tiempo se entremezclan, 

pasado, presente y futuro, 

segundos eternos, eternidades finitas

que caben en la palma de una mano,

cual carcelero,

deteniendo el tiempo, anulando dimensiones. 

Calma. 

Ser. 

Estar. 

Existir. 


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